En motricidad fina trabajamos la plastilina, plegado y recortado de papel, muchos dibujos y ejercicios siguiendo el renglón.
Todas las actividades escolares deben propiciar actos de lectura y escritura, manteniendo a los niños y niñas en contacto con los libros. La lectura debe recrear, tranquilizar, y sobre todo ser muy agradable.
Para la enseñanza de las letras, tomamos las de la sílaba acentuada de la palabra que estudiamos. Debemos tener en cuenta que no se trata de hacer planas, sino de reconocer la letra.
Al enseñarle al niño y a la niña, los determinantes y modificadores, lo llevamos a que vaya reconociendo las diferentes funciones que desempeñan las palabras dentro de la oración.
Al componer las oraciones, los niños y las niñas se van dando cuenta de que utilizan diferentes clases de palabras. Hacen la distinción entre palabras que denotan acciones y las que sirven para nombrar a las personas y a las cosas.
Las niñas y niños, primero dan ejemplos de palabras, luego nombres con modificadores, y ahora componen oraciones, aumentando cada vez más su fluidez en el lenguaje.
La mejor manera para que, el niño y la niña, pierdan el miedo a escribir lo que hacen, dicen o piensan.
Algo sobre el método de Célestin Freinet.
El juego de la tienda le da seguridad a los niños y niñas, porque se sienten importantes al desempeñar los roles de los adultos.